En Bogotá llueve constantemente.
Llueve una lluvia suave y ligera, mansa pero persistente.
Llueve sobre corazones pobres y los limpiaparabrisas de los ricos se mueven al ritmo del corazón de estos.
Llueve en todas partes
No al mismo tiempo, porque es una lluvia paciente, pero eventualmente llueve en todas partes.
Llueve lluvia nueva.
Lluvia helada que refresca las calles de huecos y durante las noches los llena y alisa; les trae estrellas en sus espejos efímeros de lluvia tersa.
Llueven sonrisas y lágrimas de luz.
Llueven arcoíris en la candelaria cuando estás en Chicó y entrando a Bogotá desde Sopó.
Lluvia fría, resentida sin casa, sin amor.
Agua viva que lava, que ensucia o que calma.
Sólo hay una lluvia en el mundo que te deja caminar en estrellas cuando te moja al caminar por las calles de noche.
Sólo cuando llueve y sonríes.
Sólo cuando te mojas y cantas.
Cuando tu tristeza llama la lluvia.
Llueve una lluvia bogotana.