Beebusch es un hada abeja que vive con el corazón entre dos mundos. Tiene alas difusas y un aguijón malhumorado que difícilmente puede controlar. A pesar de su corta edad, posee una sabiduría que le permite comparar magistralmente las diferencias entre sus dos culturas y sentirse orgullosa de su procedencia. Su madre es su espejo, su maestra y su verdugo. En ocasiones, no es posible distinguir dónde termina la hija y dónde empieza la madre. A través de la narración de su vida cotidiana, en circunstancias tan simples como preparar un café y tan complejas como la de controlar la ira o resistir la venganza, en cada capítulo Beebusch pone a prueba la veracidad de algunos refranes populares del país de origen de sus padres.
El bosque, donde se desarrolla la mayor parte de la historia, representa a los Estados Unidos; mientras que la cordillera es aquel mundo latinoamericano de donde provienen sus padres y donde vive todo el resto de su familia. Beebusch analiza con inocencia todo tipo de diferencias, sobre todo aquellas entre hadas y duendes. La confunden los malabares laborales de sus padres y lo trascendental de su relación de pareja. Su hermano menor, el duende, la hace felíz pero también la exaspera. En un momentro crucial en el que su hogar, su familia y su futuro están en peligo, se da cuenta de que, en realidad, la unión hace la fuerza y que el perdón es el regalo mas grande del mundo.