Estos cuentos de Horacio Quiroga nos siguen asombrando y despiertan engrandes y chicos la fascinación por lo desconocido, por más espantosoque sea. Es que se trata del horror cotidiano, real y conocido. Puedeser el que alberga un cómodo e inocente almohadón de plumas, loshermanos idiotas de una malcriada niñita, unos espectros que habitanlas salas de cine o un insólito vampiro que, inexorablemente,terminará atrapando a su víctima.Historias para atesorar, para asombrarse y asustarse, como pasasiempre con la gran literatura de terror.