En este breve ensayo, Paul Lafargue, destacado representante del socialismo francés de entre siglos y, a la sazón yerno de Marx, se erige en decidido e irónico debelador de uno de los pilares de las sociedades liberales: el derecho al trabajo. Aunque muchas de sus acerbas críticas a los principios del libre mercado han sido moduladas o desmentidas por el transcurso de la historia, no deja de ser la lectura de este opúsculo un entretenimiento amenísimo de gran contenido didáctico que refleja los contravalores del pensamiento obrerista finisecular.