José es un chico como tantos, que asiste al colegio sin ganas y cuyos principales intereses son la caza y los partidos de fútbol. El territorio de sus andanzas es un zanjón que corre a lo largo de las vías del ferrocarril, muy cerca de su casa. Y allí precisamente, durante una de sus correrías, descubre al ras del agua un ser absolutamente inesperado y completamente increíble: un yacaré. A partir de ese momento se establece entre ambos una relación misteriosa, una mezcla de tolerancia y complicidad. Hasta que la relación cambia de signo y se transforma en odio y aversión.