A través de oleajes impredecibles somos llevados hacia el laboratorio de la fe sobresaliente, planeando con zigzagueos lúdicos o cambios bruscos sobre objetivos de su imaginación en los que nunca claudicó. Esta colección de hitos personales te cautiva por lo bien hilvanado de su narración e hilarante suspenso ocasional, además de abrirnos más allá de puertas y ventanas, una dimensión paralela hacia como no desanimarnos jamás cuando nos fijamos un objetivo. El autor no aspira a crear literatura sino que indirectamente invita a reflexionar donde estamos ubicados hoy en nuestras vidas. También pretende compartir una trayectoria construida en base a rumbos testarudos, sabiendo siempre que los iba a bajar a tierra. Son veintitrés historias contadas durante un paseo cronológico que nunca decae en sus sorpresas, regocijos o triunfos, hasta llegar a rozar inusuales sensaciones metafísicas. Estos relatos nos mantienen expectantes y abarcan entre los años 1985 y 2008, con una vivaz y descriptiva pulsación en los tiempos, las personas y los paisajes a los que somos invitados. Teniendo en Maximiliano Mills a nuestro guía de vuelo, literalmente eres transportado dentro de esas cápsulas de vida sintiendo una deliciosa incertidumbre. Enrique Courtin