"Escenas montañesas" (1864). Se trata de una colección de bocetos impresionistas en los que el autor traza una visión dislocada y dura de la vida en la Montaña, mediante una quevedesca estética de lo feo y la creación de unos personajes dotados de extraordinaria plasticidad, representantes, a la vez, de un determinado grupo social y únicos, irrepetibles.