La obra «Fedro» es un diálogo de fecha posterior a «La República», y que presenta muchas afinidades temáticas con el diálogo «El banquete». Es de la penúltima fase de la obra de Platón, y fue escrito hacia el año 370 a. C. El diálogo habla del valor de la retórica en conexión con la filosofía. También del tema del amor. Se lo considera uno de los más bellos y poéticos en la producción de Platón, especialmente sus descripciones del enamoramiento. Además habla de la escritura y su relación con la memoria.
Fedro es obra de la juventud de Platón. En este diálogo hay, en efecto, todo el vigor impetuoso de un pensamiento que necesita salir fuera, y un aire de juventud que nos revela la primera expansión del genio. Platón viste con colores mágicos todas las ideas que afectan a su juvenil inteligencia, todas las teorías de sus maestros, todas las concepciones del cerebro prodigioso que producirá un día la República y Las Leyes.