Sin duda alguna, de entre la creación de Pedro Calderón de la Barca destacan dos obras: El alcalde de Zalamea y La vida es sueño. La primera es un drama en el que el honor del pueblo se sobrepondrá a la injusticia de la nobleza en el enfrentamiento entre el labrador Pedro Crespo y el capitán Álvaro de Ataide, por Isabel, hija de Pedro. La segunda La vida es sueño es una alegoría que alecciona sobre los riesgos de las ilusiones y vanidades humanas, las cuales sólo el íntegro conocimiento personal puede evitar.