Esta obra nace de las experiencias vividas por la autora durante su estancia en Japón y analiza los aspectos más conocidos del país y que benefician la imagen que proyecta al exterior, así como otros de los que los japoneses no están tan orgullosos y que permanecen escondidos para los turistas que visitan el país.
Desde temas como el trabajo o la educación hasta otros como el machismo o el sumo pasando por el emperador o la prostitución, este libro lleno de sarcasmo se aleja de las obras buenistas que se empeñan en lavar la imagen de un gran país, pero que tiene un lado oscuro más grande de lo que muchos imaginan.
La obra es una traducción del original en árabe egipcio al español dirigida a españoles y otros hispanohablantes. Es la reflexión de una chica egipcia que salió de la Primavera árabe para llegar al Japón post-Fukushima.