La depresión a Minimalismo 2

Descubrí que no superé la depresión. Solo me había convencido de que había terminado pero que no era cierto. Mientras camino por el mar de personas en esta ciudad, me doy cuenta de que a veces mi mente viaja de ida y vuelta al dolor. A veces intenta quedarse atrapada en el momento presente sin dolor, sin desesperación, pero de todos modos duele. Y casi siempre termina volviendo al pasado. A veces trato de viajar hacia el futuro, pero se ve oscuro, oscuro, como si condujera un automóvil en una densa niebla y no me diera cuenta de nada por delante. Entonces la golpeé, la golpeé de nuevo... en la depresión.

Y no puedes vivir en paz contigo solo porque has abandonado la reflexión o porque has decidido alejarte. La virtud radica en la capacidad de pensar, de establecer las diferencias entre las acciones. Esta virtud la encontré cuando finalmente descubrí que no puedo juzgar a David, mi torturador, en el ámbito moral o legal. Nadie es culpable ni inocente. Lo que haces con el dolor de la depresión habla mucho más sobre quién la sufre que quién la motivó... Entonces, el resultado final de esta historia es: el regreso de la depresión y la necesidad de perdonarse a sí mismo y el perdón.

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