Beckett Tate era el último hombre en la Tierra al que debería dejar entrar en mi vida segura y mundana como viuda afligida.
Con su atractivo rubio, su encanto cajún y su cuerpo, era un chico malo que sabía lo deseable que era y tenía muescas en el cinturón para demostrarlo. Su brillante sonrisa y perseverancia finalmente me conquistaron y pasamos juntas una semana intensa que me recordó lo bueno que puede ser.
Luego se fue sin decir una palabra, dejando atrás un fajo de cartas que le había escrito a Dan antes de que muriera y una nota advirtiéndole que me mantuviera alejado porque era "malas noticias".
A pesar de su advertencia, necesito saber cómo obtuvo mis cartas y por qué me advirtió...