Debido, como ya se anotó en el prólogo, que Jesús no vino a hablarle a eruditos ni a sabios y ni a ilustrados, por lo tanto me he dado el afán de seleccionar todos los vocablos o acepciones de las Sagradas Escrituras, palabras que son relativamente sencillas y de fácil comprensión para algunos y posiblemente no tan evidentes ni accesibles para muchos, con sus respectivos sinónimos o parecidos, que donde no haya una interpretación o algún comentario específico debido a la Biblia, dada en el pie de página, se podrán utilizar uno de éstos equivalentes, para una mejor comprensión, discernimiento, penetración, juicio o conocimiento del versículo y para revelar el descomunal y hermosísimo tesoro de léxico o glosario utilizado por uno de los pueblos más sabio, versado e ilustrado del Medio Oriente.