Buena parte de la juventud española está en paro y con pocas perspectivas de encontrar un empleo que le satisfaga y cumpla con sus expectativas laborales. Buena parte de la juventud española está en paro y con pocas perspectivas de encontrar un empleo que le satisfaga y cumpla con sus expectativas laborales. Maña para reparar una moto, ser un conductor de primera, tener dotes artísticas, ser un hacha en los deportes o los programas informáticos. La mayoría de los jóvenes españoles tiene capacidades ajenas a su formación académica, pero que les puede resultar de gran utilidad. La clave para encontrar empleo hoy puede residir, precisamente, en trasladar ciertas habilidades de la vida privada al campo profesional.
En ocasiones puede ser que el talento que busca una empresa en un joven al final no resida en su formación académica, sino en habilidades desarrolladas durante años, en las que son auténticos expertos. Ingenieros, abogados, profesores y economistas hay muchos, y con excelentes expedientes académicos; pero no tanto diseñadores gráficos, expertos para posicionamiento en buscadores y SEO, blogueros, relaciones públicas... Aunque los jóvenes no hayan realizado estudios sobre estas u otras temáticas, seguro que en su vida cotidiana habrán desarrollado habilidades que los diferencien del resto. No hay que desdeñarlas, ya que se pueden convertir en una oportunidad para encontrar trabajo y enfocar su carrera profesional.