Maggie Fairchild estaba contando los días que faltaban para la llegada de su bebé al mundo. El cuarto del niño estaba listo, la canastilla preparada... pero el padre estaba ausente y Maggie no sabía si regresaría algún día.
Entonces, de improviso, Dylan O'Connor volvió al pueblo para descubrir con sorpresa que iba a ser padre... y decidió hacer de Maggie su mujer. Aunque se casaron por el bebé, Maggie esperaba convencer a Dylan de que la cigüeña iba a llevarle algo más que un precioso hijo, iba a llevarle una promesa de amor...