Ya de muy pequeña, hablaba español con la madre, inglés con el padre, y una mezcla de ambos con su hermana, cuando nadie las oía. Luego vino el francés, como una suerte de recuperación de la lengua que había heredado su madre de sus padres y luego perdido. Cada idioma pasó a ocupar distintos espacios y a teñirse de afectividades diversas. Sobrevinieron los años de estudio en Francia, y luego la radicación en los Estados Unidos. Pero la narradora se pregunta: "Por qué hablo de bilinguismo desde un solo idioma, y por qué he elegido hacerlo desde el español?", "En qué lengua se despierta el bilingue?", "en qué lengua soy?". Un libro entrañable y maravilloso, de una de las escritoras y críticas literarias más renombradas de Latinoamérica.