Nuestra escritura es la parte simbólica del mensaje, pues adoptamos ciertos trazos que inconscientemente nos satisfacen. Entre mil ejemplares de grafismos somos capaces de reconocer el propio, reflejo de nosotros mismos y de nuestra expresión. La grafología es la disciplina que se ocupa de interpretar psicológicamente elementos concretos de la escritura. El valor de su análisis radica no sólo en los conocimientos grafológicos, sino también en sus pericias psicológicas, las cuales aseguran un resultado acertado. Correctamente analizado e interpretado, el documento grafológico tiene relevancia entre los elementos de aproximación a la personalidad humana. La grafología es asumida como un arte y como una ciencia. La ciencia se encuentra en el reconocimiento y la medición de los factores, y el arte yace en el conocimiento y la evaluación de los rasgos. Es decir, el grafólogo se compone de dos tiempos sucesivos e interdependientes: primero, el estudio del documento, y después la síntesis de la personalidad. Esta obra adentra al lector en el universo de la grafología, se comienza por hacer un recuento de sus antecedentes históricos, interpretación y precursores, explicando a detalle el simbolismo de la escritura y su polivalencia, las distintas formas de conexión, así como la estética del grafismo y los rasgos de la personalidad que revela, valiéndose de innumerables ejemplos de caligrafía para ilustrar cada caso.