El estudio neurocientífico de las emociones es muy importante, en años recientes, se han reportado investigaciones que permiten comenzar a delinear lo que podría describirse como una neurociencia del bienestar y el optimismo. Existe evidencia teórica y empírica que mostraría al optimismo como variable que puede predecir los niveles de bienestar. Según este modelo, las personas se esfuerzan más en la medida que ven sus objetivos como más alcanzables. De esta forma, se demostró en un estudio realizado con estudiantes universitarios, que las variables psicológicas pueden mediar el beneficio que el optimismo presentaría en la salud. Así las emociones positivas, actúan también en el organismo, fortaleciendo los sistemas inmunológicos, y favoreciendo al restablecimiento del equilibrio mente cuerpo, lo cual contribuye a prevenir y controlar todas las enfermedades psiconeuroemocionales y crónicas que causa el estrés.