La palabra "psicoanálisis" apareció en 1896. Es un "análisis" porque intenta separar, distinguir descomponer, los productos psíquicos (síntomas, sueños, conductas en general) en sus componentes más elementales, su origen y su motivación. Una de las grandes aportaciones que ha hecho el Psicoanálisis es plantear que gran parte del comportamiento está determinado por el Inconsciente. Lo que está en el inconsciente reprimido, tiende a repetirse, lo que en Psicoanálisis se llama compulsión a la repetición. Es decir, las personas repiten conflictos, formas de actuar, maneras de relacionarse, entre otras situaciones. En su artículo denominado Psicoanálisis y teoría de la libido, Freud estableció que el psicoanálisis es: "Un método para la investigación de procesos anímicos difícilmente accesibles por otras vías, un método terapéutico de perturbaciones basado en tal investigación, y una serie de conocimientos psicológicos así adquiridos, que van constituyendo paulatinamente una nueva disciplina científica". Es decir, la teoría de Freud constituye, al mismo tiempo, un instrumento de investigación, una forma de tratamiento de alteraciones emocionales y una teoría psicológica, aspectos que mantienen una relación triangular inseparable. El psicoanálisis ha sido fundamento y base de la mayor parte de las modalidades psicoterapéuticas existentes tras su surgimiento. Asimismo, como cuerpo teórico, esta disciplina ha rebasado, con mucho, las fronteras de la medicina, extendiendo sus aplicaciones a muy diversos campos (política, religión, arte, literatura, educación, etcétera).