Ave negra, primera novela de Elena Sada, publicada por Madre Editorial, expone sin concesiones el mundo oculto y opresivo del Regnum Christi, rama femenina de los Legionarios de Cristo en la que ella militó durante 18 años, llegando a ser directora vocacional en Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
Originaria de Monterrey, en el norte de México, Elena creció en una familia acaudalada y devota, cercana a Marcial Maciel, fundador de la controvertida orden, a quien ella conoció de niña. Como tantas otras personas en su ciudad y en muchos otros lugares del mundo, creció convencida de la santidad de Maciel y a los 19 años decidió consagrarse en el Regnum Christi, donde descubrió la verdadera personalidad del sacerdote mexicano, un narcisista y pederasta que durante décadas gozó del afecto y protección del poder económico, político y eclesiástico en numerosos países.
La vida secreta de Maciel, su afición por el dinero, las mujeres, los menores de edad y las drogas, su gran capacidad de seducción, su autoritarismo y falta de empatía aparecen en esta novela que exhibe los entretelones de una organización que proscribe la intimidad y el placer más insignificante (estirarse al despertar, por ejemplo) y promueve la culpa, la desconfianza, las delaciones, mientras los superiores viven inmersos en el lujo, la voluptuosidad, la hipocresía.