No todas las historias producen la misma sensación al ser narradas. Algunas son más duras que otras, como solo yo puedo saber, hasta el punto de desear que todo hubiese ocurrido de otro modo, algo que por desgracia no está en mi mano.
He meditado mucho sobre la conveniencia de incluir o no las crónicas de Mad, pues la suya no es una historia fácil. Sin embargo, al final se impuso la necesidad de contribuir a algo más grande, de explicar debidamente los acontecimientos posteriores a La Biblia de los Caídos. La participación de Mad en dichos acontecimientos, aun siendo esencial, podría haber sido resumida, y tal vez yo, el cronista, habría simplificado considerablemente mi labor. Claro que, en ese caso, no sería honesto conmigo mismo
Debo formular una advertencia, no obstante. A pesar de que no sé si estas crónicas llegarán a ser leídas por alguien, ese es su propósito y, con tal fin, es preciso dar a conocer que este tomo no se puede comprender sin haber leído antes el Tomo 0 de La Biblia de los Caídos. Del mismo modo, y para no relatar de nuevo lo ya expuesto anteriormente, es necesario haber leído también el Tomo 1 del Testamento de Sombra y el Tomo 1 del Testamento del Gris, en ese orden.
Dado que no es posible comprender los actos de Mad sin saber quién es, aquí comienza su historia.