En la edad media, el reino de España era el más grande del mundo, muchas cosas o actos escapaban al control del Rey. Por entonces la Santa Inquisición campaba por sus respetos, pues aparte del miedo y la ignorancia del pueblo todos los países buscaban la ayuda de la Santa Sede.
En este ambiente, los curanderos -as se consideraban brujos o brujas si no trabajaban o tenían la protección de un noble. Así se desarrolla la historia de Isabel llamada Isa.