Primavera del 2019. Durante el proceso de preparación de la asamblea anualde socios de BioAlai, Idoia Jalón, dinamizadora de la asociación, reflexionabasobre algunas de las cuestiones que afloraban regularmente en torno al futurode la asociación. Creada en 1993 y tras más de 26 años de andadura, BioAlaise había convertido en un referente tanto a nivel local como estatal. Desde susorígenes, esta asociación de consumo ecológico buscó abordar la distribuciónalimentaria desde la lógica de la autogestión, la apuesta por el consumo decercanía, el compromiso con el sostenimiento de las personas productoras, y conun enfoque organizativo vinculado a la agroecología y la transformación social.A punto de entrar en la tercera década del siglo XXI, y con la creciente concienciasocial en torno a la importancia de una alimentación saludable, las posibilidadesde aumentar el impacto social de la organización se habían multiplicado.Sin embargo, el camino no estaba exento de retos. Al fin y al cabo, BioAlai era unproyecto sometido a limitaciones tanto para acceder a recursos financieros comopara movilizar el trabajo voluntario necesario para garantizar la sostenibilidadde la organización. Por otra parte, el boom de la alimentación ecológica habíagenerado un importante crecimiento de la oferta de productos ecológicos en loslineales de las grandes cadenas de supermercados. En este contexto, y comoplanteaban algunas voces dentro de la organización, Idoia se preguntaba siBioAlai debía apostar por el crecimiento y llegar a un mayor número de personasen la ciudad.