La obra refleja con exactitud en su propia estructura uno de los rasgos fundamentales de la sociedad cubana: el mestizaje. La evolución social desde unos comienzos podridos y vergonzantes hasta la "normalización" de la presencia de las personas de color en la vida de la isla vertebra la narración, mezclando en ella diferentes aspectos como si el mismo mestizaje se fundiera con la intención del autor.