Claudia intenta escapar de una vida que la asfixia. Con un pasado a cuestas, poco dinero y muchas esperanzas, huye a Boston; una ciudad prospera que se aparece ante ella como una senal.
En sus primeras horas sobrevolando el camino a su nuevo futuro, llena de preguntas y planes, se tropieza con un apuesto desconocido que consigue distraerla en su angustiosa huida.
La ciudad se convierte en todo un descubrimiento para esa mujer curiosa y llena de ideas que está deseando salir.
Cuando su companero de vuelo reaparece en su vida y se empena en ser parte de ella, Claudia está demasiado preocupada en despertar y no cometer los mismos errores, (hay demasiadas coincidencias con ese pasado del que escapo). La insistencia de el y los miedos arraigados de ella no son una buena mezcla. Decidida a cambiar de imagen, se refugia en las redes y se adentra en un peligroso juego de doble identidad como via de escape.
Una nueva etapa plagada de sorpresas que daran un giro a la historia, con la ayuda de un hermano aventurero, amistades verdaderas y una casera influyente y amable.
Todo un desorden emocional que el lector debera organizar para que la historia tenga un final feliz.