Calófilo es el protagonista del relato homónimo y Apofemo el de «Cuestión de monedas». Sus nombres exóticos revelan la atmósfera peculiar que les toca vivir en sus respectivas historias. Y la presentación de estos muestra cuán particulares son sus perfiles psicológicos:Por una aberración de su espíritu, producto naturalísimo de su idiosincrasia, los sentimientos altruistas aparecieron en él [Calófilo] antes que los egoístas, y era humanidad antes que hombre; su yo, su conciencia, no residía en él sino en los demás.El primero enloquece, mientras que el segundo viaja a una ciudad en que el oro no tiene valor alguno.