Su vida había quedado destrozada y Wulfgar Ragnarsson había decidido vivir solo el momento, engañando a la muerte y forjándose una leyenda como mercenario. Su corazón se había hecho de hielo, pero lady Anwyn, una valiente viuda que necesitaba su protección, estaba haciendo que el hielo se derritiera.
Anwyn estaba dispuesta a arriesgarlo todo con tal de salvar a su hijo, y aquel guerrero vikingo le iba a enseñar que no todos los hombres eran unos monstruos, aunque él parecía incapaz de amar
El silencio del vikingo
Michelle Willingham
Aquello era jugar con fuego
Caragh O'Brannon se había defendido valientemente ante la llegada del enemigo. Y, al final, se había encontrado a solas con un vikingo. Un vikingo furioso
Styr Hardrata había navegado hasta Irlanda con la intención de comerciar, pero jamás se habría imaginado a sí mismo hecho cautivo y encadenado por una hermosa doncella irlandesa.
El salvaje y atractivo guerrero aterrorizaba y atraía a Caragh a partes iguales, pero le estaba totalmente prohibido. Era un enemigo, y además estaba casado. Aun así, Styr poseía muchos secretos por desvelar
El verano del vikingo
Michelle Styles
Tenemos el verano, Alwynn, tendremos que conformarnos
El mar lo dejó malherido en una playa de Northumbria y Valdar Nerison era un forastero en un país extranjero. Tenía un asunto pendiente en Raumerike, pero le debía la vida a su salvadora, la hermosa lady Alwynn, y antes tenía que saldar esa deuda.
Alwynn recelaba de la promesa que le había hecho Valdar de protegerla; al fin y al cabo, los hombres siempre la habían traicionado. Además, a medida que el verano iba terminándose, Valdar tendría que elegir entre volver a su tierra para luchar por su honor o quedarse y luchar por ella...