El escritor Diego Alejandro Jaramillo se descarta como artista. No es su interés incursionar también en las artes plásticas, aclara. Pero la pintura y la escultura le sirven como un desahogo, comenta el narrador colombiano, que reside en Guayaquil hace 10 años. Con las piezas que logra, decora su casa. Esa es su única pretensión, refiere.
Sin embargo, sus obras, esas que ha hecho en los ratos libres y que lo alejan del estrés, hoy trascienden las paredes de su vivienda y se instalan en las del Cuerpo Consular de Guayaquil. Son parte de una exposición trinacional que organiza el Consulado del Perú, que se inaugura esta noche, y en la que también exhiben sus creaciones los hermanos Moncayo, de Ecuador e Isaac Sánchez, de Perú. Se titula Fragmentos del alma.
Jaramillo, autor de tres libros de relatos y dos novelas, muestra alrededor de diez cuadros, en los que sobresalen los trípticos, y cinco esculturas trabajadas en arcilla. Entre estas, un Quijote, una embarazada y una mano crucificada. "Las pinturas son simbolistas, tienen mucho color, sombras y manchas", expresa.
Y también en el Cuerpo Consular el escritor presentará mañana su libro más reciente: una novela corta titulada El breve espacio en que no estás, que toma el título del verso de una canción del cantautor cubano Pablo Milanés. El narrador colombiano por primera vez en su carrera toca con esta obra el tema de la guerrilla. "Era algo que estaba en mi cabeza hace tiempo. Era un relato que se fue alargando y alargando", explica.
El libro cuenta la historia de dos amigos de juventud, a quienes el destino enfrenta cuando son adultos: uno es un alto militar. El otro, un guerrillero.
"El breve espacio en que no estás" es una canción que a Jaramillo le gusta porque habla de esos instantes de ausencia. "Los que vivimos lejos del país tenemos esos breves espacios, que no son nostalgias grandes. Construimos la ausencia a partir de espacios pequeñitos", señala el escritor, de 39 años, quien se desempeña como [Rector de la Universidad de Los Hemisferios] y como profesor del IDE (Instituto de Desarrollo Empresarial). Y en la novela un joven, mientras está encarcelado, recuerda esa canción y siente nostalgia por los momentos que no vivió junto a su novia.
(Tomado del diario El Universo, 23-IX-2008)