El redescubrimiento de "todo un clásico moderno" (Buchkultur), un best-seller internacional de los años 50 reivindicado hoy por escritoras como Elena Ferrante o Irene Vallejo.
«Mientras escribo, únicamente leo libros que me hacen buena compañía, no solo compañía. Hay algunos que yo llamo libros de aliento, como el de Alba de Céspedes.» Elena Ferrante
«Una de las pocas autoras que ha conseguido establecer lo que significa ser mujer.» The New York Times
«Una obra maestra, un hito de la literatura feminista europea.» Tagebuch
«De una generosidad y una valentía intelectual inauditas.» Le Monde
Valeria Cossati es prisionera de las convenciones sociales de la Italia de los años cincuenta y vive sofocada, casi sin darse cuenta, entre sus roles de esposa y madre. Presa de un impulso inexplicable, compra un pequeño cuaderno negro en el que anota sus reflexiones y en el que comienza a revelarse lo insatisfactorio de su vida burguesa: en ese espacio prohibido que le proporciona la escritura afloran los conflictos subterráneos de su existencia, las aspiraciones frustradas y los resentimientos ocultos, hasta desembocar en un acto íntimo que conmocionará al lector.
Publicada originalmente en 1952, El cuaderno prohibido sigue resultando sorprendente por su modernidad y relevancia. Es un retrato magistral, capaz de revelar la identidad fragmentada y cambiante del ser humano, además de un gran testimonio histórico de la época, al reflejar tanto la crisis de los valores sociales e individuales como las encrucijadas a las que se enfrentaban las mujeres, en un homenaje a una generación pre-feminista que fue decisiva para las revoluciones posteriores.
Alba de Céspedes, «un redescubrimiento único» ( Die Zeit), reivindicada hoy por grandes autoras como Elena Ferrante, fue una de las figuras más sobresalientes de su generación. Escritora de éxito, profundamente idealista, se convirtió en una voz de referencia dentro de la lucha antifascista y a sus inquietudes feministas y políticas sumó un compromiso profundo e irrenunciable hacia la palabra escrita y sus posibilidades, una responsabilidad que ejerció tanto desde el periodismo como desde la literatura. Dotada de una perspicacia psicológica inusual, es sin duda «una de las pocas autoras que ha conseguido establecer lo que significa ser mujer» ( The New York Times).