Desenterre esta historia en diciembre de 1984, cuando la dictadura militar me envio a la Cuarta Region en calidad de relegado politico. Poco antes, habia sido deportado a la ciudad de Vicuna, de modo que mi aterrizaje en Punitaqui represento el segundo paradero de un viaje forzado que partio en el Cuartel Borgono de Santiago. Al salir de la comisaria, con lo primero que me encontre fue con un canturreo sepulcral de un tipo funando a la dictadura a las seis de la manana. De que se trata y quien se atreve me pregunte atonito, tratando de seguir al tipo que se perdio en la nebulosa. Cuando comence a indagar, me encontre con una segunda sorpresa al saber que ese personaje habia sido detenido en Octubre del 73 y que se habia escapado milagrosamente de un fusilamiento. Al saber lo ocurrido, ademas del hecho de que esta persona habia resuelto vivir en las montanas alejado de la gente, acelere mi proposito de encontrarme con el y conocer de primera fuente la version de estos hechos. Lo que logre en esa entrevista fue un relato sobrecogedor, el cual me llevo a pensar hasta que punto una persona puede resistir el martirio y luego transmutarse sin pedir auxilio.