Pienso en el presente, en la dicha que un día me embargó, en las desventuras y las coincidencias casi perfectas. Pienso que hay personas que, aunque quisieran, no pueden quedarse... Y es obligación propia salir de los escombros.
Este es mi plan: entenderlo, ser razonable, golpear todo a mi paso; llorarte el mar, una laguna, los ríos, los charcos y dejar que se evapore; hablar conmigo, convencerme, decirte adiós.