De qué culpable es el río cómplice? Cuál es su culpa? Tal vez ser el escenario del reencuentro entre Cristel y Gerard? O haber arrastrado una enigmática barca vacía hasta ampararla en su ribera? Se ha consumado un crimen, o todo ha quedado reducido a un intento? Manejando con su proverbial habilidad esos interrogantes, Wilkie Collins construye una intriga en la que se alternan la tensión y el suspense con el melodrama,, y en la que afloran algunos personajes inolvidables, como El Abyecto, un individuo con el alma devorada por un defecto físico, cuya amargura lo impulsa a cometer acciones horribles.