El signo amarillo, uno de los más importantes cuentos de Robert W. Chambers, narra la historia de un misterioso glifo: un signo, capaz de controlar la mente de quien lo posea. De hecho, solo basta ver una mísera copia del Signo Amarillo, durante un segundo, incluso por accidente, para esta extraña e insidiosa entidad de otra dimensión el Rey de Amarillo, se apodere de la mente del observador.