Nada quita más pasión a una relación que el ajetreo diario del trabajo. Juana lo ha aprendido por las malas, ya que su apretada agenda pone a prueba su matrimonio con Marcos. Pero ése no es el único problema: Marcos ya no la entusiasma y el amor entre ellos se ha enfriado. Juana necesita algo más.
Llega Lucas, un nuevo y apuesto colega que trabajará como su ayudante. La atracción que siente por él es magnética, y el sentimiento no hace más que crecer cuando la empresa les envía juntos a un viaje de negocios fuera de la ciudad. Juana pasará el fin de semana con otro hombre, un hombre que la excita como hacía años que no sentía. Su marido se pondría furioso si se enterara