La bruja Mugrienta se comía todo... ¡lo que nadie se comería JAMÁS! De aperitivo, moscas, mosquitos, ciempiés y escarabajos. Para comer, asado de rata, de gato, de perro, de niño, de niña... Y para beber, agua podrida y batidos de barro con caca. Un día, el pobre javier tuvo la mala suerte de encontrarse con ella y...