Corre el año 2098. Daisy, una chica de diecinueve años, aficionada a la fotografía y enamorada de lo antiguo, deja de tener una vida común cuando encuentra una vieja mochila llena de cartas. A partir de ahí su existencia se convertirá en una aventura que la llevará a un viaje insospechado casi un siglo atrás. Justo cuando comenzaba a creer que el pasado, como dicen, es solo un cubo de cenizas, y que hay que vivir el presente sin mirar atrás, descubrirá que las mejores historias no tienen punto final. Tienen puntos suspensivos...