Una historia inscripta dentro de las llamadas novelas iniciáticas, que apela a una visión filosófica de la existencia. Retrata el entrenamiento, las pruebas y la iniciación en los misterios menores del mundo contiguo, de la esfera de los sueños, y que registra la peripecia de un acólito y de su mentor, un poblador del bosque, agreste, rústico, pero custodio de un conocimiento naturalista extraordinario y de una hechura moral a la vez pintoresca y ejemplar. Los arcaicos medios enteogénicos para abrir las pruebas de la percepción y las revelaciones del mundo ideal, cubren estas páginas, deliberadamente literarias, que ensayan con tópicos ya inhabituales que no por ello carecen del poder atractivo del fruto prohibido, de aquello que los profanos jamás tendrán en sus manos, aunque lo acaricien en sueños una y otra vez, como esas manzanas doradas y perfectas que muy pocos llegan a paladear.