El Libertador Simón Bolívar egresa a Caracas dspués de seis años de ausencia. Viene para impedir que su país natal, Venezuela, se separe de Colombia, la república de su creación. Lo logra, momentáneamente.
En esa estadía de casi seis meses, además de vivir intensamente las intrigas palaciegas,los homenajes adulatorios, las conspiraciones, la hipocresía y, también, algunas demostraciones de lealtad y real respeto, Bolívar se reencuentra con su pasado: por medios de visiones o regresiones: vuelve a vivir sus travesuras de niño y de adolescente, su ingreso a la milicia, algunos de sus hechos de juventud, su prmer amor apasionado junto a su primer rechazo.
En medio de vueltas y revueltas Bolívar se reencuentra con el amor de su adolescencia, ya vieja, y le toca esta vez ser el responsable de no reiniciar la relación que hubo treinta años atrás. Paralelamente es, a su vez, desdeñado por una beldad que se resistió a ser su amente.
Es un Bolívar diferente, de carne y hueso, con sus muchas fortalezas más también con algunas de sus debilidades.