Siempre se habla mucho de educación, de cómo aplicarla, de transmitirla, de qué métodos utilizar, ya sea inglés, americano, español o italiano.
Ante la duda, cada uno utiliza los recursos que tiene en casa y casi nunca invierte en buscar apoyo externo de un Educador Profesional, para garantizar el mejor resultado para la persona que es nuestra razón de ser.
El buen padre con su hijo intenta en los distintos momentos de su vida poder ser muchas cosas, padre, compañero, hermano, amigo, consejero, para luego reconocerse y encontrarse cuando las consecuencias de la edad ya no llegan. Ya no nos permiten muchas distracciones.
Pero un padre que comete una distracción educativa será severamente castigado, durante toda su vida, con el reclamo/culpa, dos elementos claves que impactarán significativamente en su crecimiento, cambiando radicalmente el resultado final, arruinando las expectativas.
Las personas siguen siendo lo más importante que tenemos, a ellas les debemos todo el agradecimiento por lo que somos y en lo que nos hemos convertido.
Invierte mucho en un niño, en términos educativos y encontrarás un jefe agradecido con el paso de los años, y será fruto de la inversión de tu tiempo, nada más.