Un thriller descarnado, de ritmo implacable, en el que sus protagonistas aparecen reducidos a los instintos más básicos que motivan sus actos: el deseo, el odio, la venganza, o sea, en definitiva, la pura y dura erótica del poder.
La empresa Manuelli constituye un potente conglomerado que sostiene la economía de Italia y da trabajo a miles de personas. Y su director general, Mauro de Blasi, un ejecutivo que hace gala de toda la firmeza, la elegancia diplomática y la ferocidad que exige el cargo. Sin embargo, Mauro tiene un problema: últimamente padece una especie de «apagones neurológicos» en los que, durante unos segundos, no oye, se le nubla la vista y se queda paralizado, como si no estuviera presente. No obstante, a pesar de estos paréntesis forzosos, Mauro pergeña un plan para absorber Artenia, una compañía mucho más pequeña que está al borde de la quiebra, mediante una operación maquiavélica que debe procurarle una buena tajada. Pero no todo se desarrolla de la forma prevista...
Una serie de personajes -desde un subdirector de personal amante de la poesía y una mujer con pocas luces hasta una joven hermosa e inteligente y una secretaria fiel pero demasiado confiada- se erigen en incómodos obstáculos e interfieren en los planes del corrupto Mauro de Blasi.
El gran maestro Andrea Camilleri nos adentra en un entorno sacudido por la crisis económica, proclive a excesos e irregularidades de todo tipo so pretexto de que «todo vale» para sobrevivir en circunstancias tan difíciles.
La crítica ha dicho...
«Sin caer en las trampas de la retórica ni en las insidias morales, Camilleri aborda en La intermitencia la situación de la Italia actual. Con una prosa reflexiva y milimetrada, y diálogos muy incisivos, esta novela es un alegato contra quienes enarbolan siempre la bandera de los triunfadores.» SoloLibri
Andrea Camilleri è nato a Porto Empedocle (Agrigento) il 6 settembre 1925. Per tutta la sua vita, nonostante il suo grande attaccamento con la Sicilia, vivrà a Roma, dove muore il 17 luglio 2019.
Frequenta il liceo classico Empedocle di Agrigento senza conseguire la maturità poiché nel maggio del 1943 con lo sbarco in Sicilia delle forze alleate fu deciso di non svolgere gli esami e che sarebbe valso il solo scrutinio.
Il periodo della guerra è ricordato da Camilleri attraverso aneddoti che &