Kiki vive con su tío y su abuela desde que su papá zarpó en busca de una nueva vida. Un día, después de soñar con su papá, Kiki divisa a una misteriosa mujer de pelo largo y blanco en la playa a donde va todos los días. La dama le deja hermosas piedras de colores, que ofrecen a Kiki una nueva esperanza de que su papá regresará.