Para vivir lo más felizmente posible los años de la ancianidad. A muchas personas los años no las hacen más sabias o prudentes, sino simplemente más viejas. Al llegar a las "décadas prodigiosas" de la vida pongamos de los 50 años en adelante, la realidad es concreta y más viva de lo que parece. Qué sabemos de la "tercera edad"?: nada que hacer?, nada que aprender?, nada que ofrecer? ¡Nada más lejos! Son décadas que hay que llenar de impulso para mejor combatir y retardar el envejecimiento. Estas páginas son una reflexión profunda y positiva de esta etapa de la vida, una mirada sosegada a la fatiga corporal, la tristeza del alma y el miedo a la muerte.