En el fondo, la iglesia de inseguras piedras, de vidrios rajados y de campanario oscilante, pero que conservaba, sin embargo, la imponente majestad de las cosas del pasado y aplastaba con su altura a la nueva alcaldía blanqueada y a la cual estaba aneja la escuela. A la derecha el letrero hereditario que anunciaba el despacho del notario Hardoin, tercero de este nombre. A la izquierda la bandera tricolor que flotaba por encima de la Gendarmería Nacional. El Correo estaba así guardado entre el órgano de la ley y sus defensores