La vida de Lana era común hasta un día en particular, ese en el que la mayoría de las chicas que poseían un nombre similar al suyo, empezaron a desaparecer sin dejar rastros.
La gran parte del alumnado vio eso muy extraño, incluso los profesores. Pero que Lana se apuntará en la lista para aspirantes a Delegados de salón fue la gota que hizo derramar el vaso, los chismes se corrieron casi tan rápido como el viento y eso hizo que la desplazaran sin pedir explicación alguna y así, lograron que ella tuviera la peor de las suertes descubriendo "la verdad" en su mundo de mentiras.