Esto no puede estar pasándole a ella. Al menos eso es lo que se repite Achu, una y otra vez, cuando su ordenada vida una meteórica carrera en un conocido bufete de San Diego, un novio atractivo y con una buena posición económica salta por los aires y, de pronto, se encuentra en una cabaña perdida, en mitad de una tormenta de nieve y sin otra compañía que un desconocido de ascendencia nativo americana, de pocas palabras y con los ojos azules más bonitos del mundo.
Las cosas ya no pueden ir a peor, o... quizá sí?
Cuando el destino te pone a prueba, tienes dos opciones: hundirte y llorar, o salir a flote y aprender a vivir de verdad.