Una definición de la paz es la tranquilidad de la mente. Si tu mente está tranquila, no hay lugar para el dolor o el sufrimiento. Tu mente está abierta a la tranquilidad y la serenidad.
Al descubrir tus propias emociones y tu forma de afrontar las cosas, te vuelves más capaz de controlar tu mente y aprendes a aquietarla. Una vez que hayas descubierto lo que hay dentro de ti que te hace estar feliz o triste, reír o llorar, enfadado o tranquilo, podrás empezar a controlar mejor tus emociones. Al preguntarte qué te hace sentir cada una de estas emociones, no sólo te conocerás mejor, sino que tendrás más control sobre ti mismo.
Para lograr la paz interior debes llegar a lo más profundo de ti mismo y buscar en tu mente lo que te hace reaccionar como lo haces. A medida que estés más en contacto con tus emociones, te resultará más fácil controlarlas. Te sorprenderá saber cuántas veces has reaccionado a ciertas cosas sólo porque tu subconsciente tenía esa reacción programada dentro de él. Una vez que descubras qué hay en tu subconsciente que ya no necesita estar ahí y lo limpies, tendrás mucho más control sobre cómo haces todo. La paz interior está dentro de ti.