Un reprimido se libera vistiéndose de mujer; alguien hace de su vida una cruzada contra el dolor y disfruta con la violencia; una mujer conoce a su madre demasiado tarde; una persona dialoga consigo misma; una cuarentona se salva de saltar al vacío por unos ojos que la observan. Son algunos de los personajes que conforman una antología de doce relatos que el autor ha escrito a lo largo de los años. Otros quedan por publicarse, otros aún no han sido escritos. Además, se suman algunas alegorías a modo de poema de tres versos que el autor ha preferido llamar dislates. También se incluyen en esta publicación una colección de disforias, que no son otra cosa que «trastornos del estado de ánimo» y que quieren ser literarios.