Orgasmo Mágico

En la adolescencia me preguntaba: Será normal masturbarse?, cómo enamorar a una muchacha?, cómo se hace el amor?, es el sexo la vía para demostrar amor a la pareja? Esos temas no se conversaban con los padres ni con los maestros; había que aprenderlos mediante la observación silenciosa de lo que hacían los amigos «más exitosos».
Cuando nos adentramos en la etapa de las relaciones sexuales, no nos preguntábamos: Cómo cuidarme de una infección de transmisión sexual?, cómo cuidar a mi pareja de un embarazo no deseado?, en qué consiste el abuso sexual?, qué son los valores en una relación de pareja?, cómo satisfacer a una mujer?...
Varios años después, conocí a Bede y nunca me separé de ella, porque «supe» que había encontrado a la mujer de mi vida. Puedo asegurarte que fue «un regalo de Dios». Por suerte, a ella también le sucedió algo parecido. Con su apoyo comencé a rectificar mi pensamiento machista. ¡Trabajo me costó!, ¡paciencia la de ella! Tuvimos que adaptarnos para la vida en pareja.
Por largo tiempo ambos sentimos algo comparable a estar a bordo de un frágil bote, sin conocer acerca de la orientación por el sol y las estrellas y que nos adentrábamos en el océano infinito sin saber a dónde nos dirigíamos. En altamar fuimos aprendiendo a enfrentar tormentas. Con pena nos cruzábamos con botes hundidos. Tuvimos que fortalecer la estructura del nuestro para poder resistir frente a las enormes olas.
Como el tema «relaciones de pareja» era importante, leímos temas relacionados al poder de la mente, psicología, psicoanálisis y la resiliencia en las parejas. Bede y yo enriquecimos nuestra capacidad para entendernos mejor. Incluso aprendimos elementos ancestrales asiáticos de la sanación energética.
Desde muy temprano estábamos conscientes de que el destino se construye, no llega «de arriba». Si no te esfuerzas por aprender, ¡prepárate para sufrir, sin saber a dónde ir!
A pesar de todo lo que hacíamos, en ocasiones no podíamos evitar algunos golpes que nos daba la vida real. Y ¡por fin!, un buen día logramos descubrir «el más importante de los secretos del sexo y la vida».
Como me gustaba escribir, en determinado momento supe que era importante transmitir a otros lo que habíamos aprendido, para ayudarles a ser mejores personas y más felices.
Mi reto era transmitir a través de una amena historia, aspectos básicos y valores que deberían conocer, tanto las hembras como los varones, acerca de la vida en pareja. Pero, sobre todo, ayudarles a conocer «el más importante de los secretos del sexo y la vida».
Varios lectores opinan que este material también es útil a personas de todas las edades y orientación sexual, a madres, padres y maestros.

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