La psicóloga Marie-France Hirigoyen, a partir de su experiencia con pacientes, considera que muchas veces se piensa que "permanecer solo es una especie de consecuencia de un fracaso relacional, o, si produce la apariencia de una elección, se percibe como un camino garantizado al ascetismo y la desdicha". Asimismo, observó que hoy "hombres y mujeres zigzaguean entre su necesidad de amor y su deseo de independencia", lo cual trae como resultado que la pareja tradicional desaparezca y que las nuevas parejas que ocupan su lugar sean cada vez menos fusionales y efímeras. En su obra, Las Nuevas Soledades estableció que lo que "plantea un problema no es la soledad en sí, ya sea padecida o elegida, sino sus consecuencias prácticas en la vida cotidiana".