Como producto de la Segunda Guerra Mundial murieron decenas de millones de personas en todo el mundo. La nación más afectada fue la Unión Soviética, con veinte millones de personas muertas. Pero también se registró una enorme cantidad de muertes en otros países.
En Alemania el régimen nazi llevó a la muerte de millones de personas de procedencia judía, eslava, o de disidentes políticos, además de las personas muertas en el frente.
En Extremo Oriente Japón perdió sólo un millón y medio de soldados, sin contar la población civil. En China murieron dos millones y medio de personas.
Sumando las muertes de Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, y otros países europeos, el total de muertos se calcula de alrededor de cincuenta millones.
Esto no sólo fue una catástrofe humana, sino que además tuvo consecuencias nefastas a nivel económico, porque la mano de obra industrial se encontraba devastada.